Tener un gato
Tener una mascota es una gran responsabilidad que no hay que tomar a la ligera. Es importante elegir la mascota correcta en cada caso. Cuando estés pensando en si tener o no un gato, reflexiona profundamente antes de tomar una decisión. El primer paso a evaluar es si vamos a poder asumir los gastos que ello conlleva. Tener un gato no es caro, pero hay que prever ciertos gastos: bandeja y arena, comederos, bebederos, juguetes, pienso, vacunas, esterilización y eventuales enfermedades.
En general, los gatos son más independientes que los perros, lo cual los hace una mascota ideal para gente que pasa bastante tiempo fuera de casa. Un gato puede pasar un fin de semana solo sin problemas si tiene bastante agua y comida y la arena está limpia. Esta característica tiene su otra cara de la moneda, puesto que pueden no querer interactuar con nosotros cuando nos apetece, sino cuando ellos quieren y nada más.
Además, los gatos se adaptan bien a espacios pequeños y no generan malos olores si se hace un mantenimiento adecuado de la bandeja. Los felinos son más felices si tienen lugares a donde subirse y observar desde las alturas que si tienen mucho espacio abierto. Es importante que la bandeja, la zona de descanso y la zona de alimentación estén lo más separadas posible.
Los gatos son animales extremadamente limpios y pasan buena parte del día acicalándose. En general, no hace falta bañarlos, pero si vamos a querer hacerlo, es recomendable empezar desde pequeñitos y con un champú especial para gatos. Es mejor huir de productos fuertes y colonias, dada la conducta de acicalamiento. Según el tipo de pelo que tengan, puede ser necesario administrar un poco de pasta de malta, que les ayudará a expulsar todo el pelo que ingieren a acicalarse.
Debemos ofrecer a nuestro gato una buena alimentación, sobre todo durante su desarrollo. Los gatos son especialmente delicados en lo que a comida se refiere y puede no ser fácil encontrar el pienso que les guste. Hoy en día las fórmulas comerciales de alta gama son completas y equilibradas, por lo que no es necesario suplementar su dieta. Los cambios en la dieta deben ser siempre graduales, ofreciendo cantidades crecientes del nuevo alimento y reduciendo el antiguo.
Adaptación a un nuevo entorno
Los gatos son animales de costumbres por naturales, lo que quiere decir que cualquier cambio o novedad les asusta y estresa. Los gatos padecen una enfermedad llamada FLUTD (antes conocida como FUS), que cursa con una obstrucción de las vías urinarias y que está mediada por el estrés, entre otros. Los cambios en la vida de un gato deben ser progresivos y se les debe dar espacio y tiempo para que se adapten. Son recomendables también los difusores de feromonas apaciguantes felinas, que ayudan a que todo fluya de una manera más suave.
Cuando un nuevo gato llega a casa, lo ideal es que se le recluya en un espacio pequeño de la casa. Una vez que se haya acostumbrado, le dejaremos que vaya explorando nuevas zonas, hasta que se mueva con comodidad por todo el espacio. Cuando hay ya un gato en casa, no se deben juntar de manera brusca. Podremos realizar un protocolo de aproximación adaptado a cada caso.
Calendario sanitario
El protocolo vacunal y antiparasitario del gato varía en función de la vida que vaya a llevar, es decir, de si va a estar confinado en casa o si va a vivir en semilibertad, esto es, tener contacto con otros gatos no controlados. Para establecer el calendario de vacunas y desparasitaciones acércate al centro y te explicaremos todo lo necesario.